Preferencias alimenticias del Pez León en los Arrecifes de Veracruz

El pez león (Pterois volitans) es una de las especies marinas más llamativas, conocida por sus aletas espinosas y colores vibrantes. Sin embargo, en el Atlántico occidental, es una amenaza ecológica. Originario de las aguas tropicales de los océanos Índico y Pacífico occidental, incluyendo regiones desde Corea del Sur hasta Australia y Nueva Zelanda, el pez león llegó al Atlántico americano, específicamente a las costas de Florida en 1985, probablemente debido a liberaciones accidentales de acuarios en la década de 1980. Desde allí, se dispersó rápidamente por el Caribe y el Golfo de México, llegando incluso a Brasil en 2014.

En México, el pez león está clasificado por CONABIO (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad) como una especie exótica invasora. Esto significa que se encuentra fuera de su hábitat natural y tiene la capacidad de sobrevivir, reproducirse y establecerse en nuevos ecosistemas, amenazando la biodiversidad nativa, la economía y la salud pública. Su impacto es drástico, ya que depreda sobre peces, crustáceos y moluscos autóctonos, alterando las redes alimentarias marinas.

El primer registro fotográfico del pez león en el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano (PNSAV) se dio en diciembre de 2011. Este parque es un conjunto de arrecifes de coral cruciales y complejos en el Golfo de México. Declarado Área Natural Protegida desde 1992, y con reconocimientos internacionales como sitio Ramsar (2004) y Reserva de la Biósfera UNESCO (2006), el PNSAV es un tesoro de biodiversidad con una estimación de 1,300 especies marinas, de las cuales 472 son peces. Su ecosistema, sin embargo, ha estado históricamente bajo presión por la extracción de coral, la sedimentación, la contaminación y la sobrepesca, a lo que se suman las actividades de expansión portuaria desde 2010. La llegada del pez león agrava esta ya compleja situación. Para comprender los efectos ecológicos y económicos derivados de la invasión del pez león en los arrecifes de Veracruz es necesario desarrollar diversas investigaciones multi e interdisciplinarias.

Siguiendo el contexto… ¿Qué come el pez león en los arrecifes de Veracruz? Se convierte en una pregunta obligada. Para responder esta pregunta algunos investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Tecnológico Nacional de México, analizaron el contenido estomacal de 230 ejemplares de pez león capturados en los arrecifes La Blanca y En medio (SAV) entre 2019 y 2023.

Los investigadores diseccionaron el tracto digestivo y examinaron su contenido con un microscopio estereoscópico. Las presas se identificaron al nivel taxonómico más bajo posible (especie, género o familia) y se clasificaron en grandes grupos como “restos de peces” o “restos de crustáceos”. La contribución de cada tipo de presa se cuantificó utilizando medidas como el porcentaje en número (%N), en masa (%M) y de frecuencia de aparición (%F). Para obtener una visión integrada, se empleó el Índice de Importancia Relativa Específica para la Presa (%PSIRI), que combina estas variables para dar una medida de la importancia real de cada alimento en la dieta.

Finalmente, para examinar si la dieta del pez león cambiaba con su tamaño o sexo, se agruparon los ejemplares por intervalos de tamaño y se aplicó un análisis estadístico avanzado llamado PERMANOVA.

“Regordetes” los peces  

Los resultados en el Sistema Arrecifal Veracruzano mostraron una longitud estándar de 65 a 335 mm y un peso de 6 a 1,100 g. Es notable el registro de un espécimen de 335 mm y 1,100 g, que podría ser el más grande reportado para el Golfo de México, y pone de manifiesto el crecimiento acelerado de esta especie en el Atlántico en comparación con su hábitat nativo.

Uno de los hallazgos más importantes sobre su desarrollo es que el pez león en el PNSAV exhibe un crecimiento alométrico positivo (b = 3.253). Esto significa que, a medida que los peces crecen, su peso aumenta en mayor proporción que su longitud, lo que indica que los individuos se vuelven más robustos. Este tipo de crecimiento, observado también en otras localidades mexicanas, es un indicador de las condiciones favorables del hábitat invadido, lo que contribuye al éxito de la especie como invasora.

En cuanto a su estado corporal, los tres modelos de factor de condición (kc, ka, kn) revelaron que más del 90% de los individuos de pez león en la muestra presentaban una buena condición corporal. Este es un resultado crucial, ya que sugiere que el PNSAV les proporciona recursos alimenticios adecuados y suficientes para su crecimiento y bienestar.

El análisis de la dieta confirmó que el pez león es un depredador generalista, lo que significa que consume una amplia variedad de presas. Su dieta principal en el PNSAV se compone de peces y crustáceos.

El estudio también detectó que la composición de la dieta varía según el tamaño y el sexo del pez león. Aunque en general predominan los peces, se observaron diferencias significativas en la dieta de organismos de tamaños pequeños en comparación con los más grandes, lo que sugiere una variación ontogenética en su alimentación.

Discusión: Implicaciones y Desafíos para la Conservación

Los resultados de esta investigación confirman el comportamiento del pez león como un depredador voraz y generalista en el PNSAV. Su dieta, dominada por peces y crustáceos, coincide con patrones observados en otros arrecifes del Caribe y el Atlántico. La capacidad de esta especie para crecer de forma alométrica positiva y mantener una excelente condición corporal en el PNSAV subraya que el ecosistema veracruzano le ofrece un ambiente propicio y abundantes recursos, facilitando su éxito como especie invasora.

La voracidad del pez león y su capacidad para consumir una amplia variedad de peces e invertebrados nativos representan una seria amenaza para las redes alimentarias de los arrecifes, pudiendo desplazar a especies nativas y tener efectos en cascada sobre todo el ecosistema. Esto es particularmente preocupante en el PNSAV, que ya enfrenta múltiples presiones ambientales.

A pesar de los desafíos, ya se han implementado esfuerzos de control en el PNSAV, como la promoción de su consumo humano a través de la gastronomía. Investigaciones previas han mostrado que el consumo del pez león del PNSAV no representa un riesgo para la salud humana, ya que las concentraciones de metales pesados en su tejido muscular no superan los límites establecidos por las normativas de salud.

Los hallazgos de este estudio proporcionan una base sólida para comprender la ecología del pez león en el PNSAV. Sin embargo, resaltan la urgencia de intensificar el trabajo de campo y la investigación para evaluar los impactos específicos de esta especie en las comunidades de animales marinos del Parque, y así desarrollar estrategias de manejo y control más efectivas para proteger la invaluable biodiversidad del Sistema Arrecifal Veracruzano. La lucha contra el pez león es crucial para la conservación de nuestros arrecifes, y cada investigación nos acerca más a entender y mitigar su impacto.

Para conocer más detalles ir a la fuente original:  

Créditos: 
Redacción del ensayo: Dr. Pastor Alberto Escárcega Quiroga
 
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